¿ME LA COMPRO O NO ME LA COMPRO?

Estamos decididos a invertir en una plaza de garaje en un aparcamiento comunitario pero en la mayoría de los casos hay una gran duda que va a definir o no su compra:

¿Voy a poder cerrarla e independizarla del resto? Pues en un 98% ciento de los casos va a ser que no.

Ya, pero es yo que he hablado con la Comunidad de Propietarios y me da permiso. Pues eso lo hacen primero, porque no saben que no depende de ellos si no de un permiso municipal y segundo, porque ni ellos ni tú estáis al tanto de los riesgos que vais a asumir y que os vamos a explicar a continuación.

• Un garaje comunitario es un local de riesgo de incendio elevado, en la mayoría de los casos, y de riesgo especial a partir de cierta superficie y número de vehículos. ¿Por qué? Es bien fácil. Se acumulan vehículos a motor cuyos tanques están cargados de combustible. Blanco y en botella.
• Además tiene otro factor de riesgo elevadísimo para la seguridad de utilización de las personas: el monóxido de carbono de los tubos de escape de los coches, que no se anda con chiquitas, el tipo mata.
• ¿Entonces que hacen los arquitectos proyectistas? Pues además de otras muchas cosas, calculan el volumen de monóxido de carbono que se produce allí y diseñan una serie de instalaciones que renueven el aire para evitar su concentración, además de básicamente la muerte de quien baja un minutito a buscar algo al coche. ¿Y cuando se renueva el aire? Pues cuando los detectores de monóxido de carbono colocados cual espías por toda la superficie del parking detectan a este enemigo.
• ¿Y qué pasa con los incendios? Pues los arquitectos proyectistas calculan el riesgo de incendio y en función del mismo colocan un sistema de detección que alerta de la presencia de humo.

Entonces, ¿qué ocurriría si cierro mi plaza de garaje y la independizo del resto del parking comunitario?

• Si cierro mi plaza y dentro se quedan los detectores de humo y de monóxido de carbono de mi zona, estoy impidiendo el adecuado funcionamiento tanto de la extracción de monóxido de carbono como la de detección de incendios, poniendo en riesgo la seguridad de todos los usuarios del parking. Tal cual.  Pero si nunca pasa nada, nos diréis. Claro que no, justo hasta el día que ocurre, como bien saben todas las personas que siguen el Telediario.
• Cierro mi plaza y fuera se quedan detectores de humo y monóxido de carbono. Pues esto es peor para ti, puesto que si existiese una concentración del gas que pueda matarte no lo sabrás porque sorprendentemente te entrará mogollón de sueño y dormirás hasta la muerte, y si hay un incendio dentro de tu plaza sólo lo sabrás cuando al abrir la puerta el oxigeno del resto del parking alimente las llamas y te abrase cual chorizo criollo.

¿Y qué pasará si ocurre una desgracia?

Pues que si has cerrado tu plaza de garaje, incluso con el permiso por escrito de la Comunidad de Propietarios pero sin autorización municipal, y en una desgracia, (un suponer), han ardido todos los vehículos estacionados, el seguro podría incluso no hacerse cargo puesto que se han vulnerado las condiciones de seguridad contra incendios y utilización previstas para el edificio.

Y ya no vamos a entrar en lo que podría decir un juez.

Nuestro consejo:

Una consulta técnica a un arquitecto en estos casos puede ahorraros tiempo, dinero y muchos dolores de cabeza, además de asegurarnos de las condiciones que debemos tomar para no ponernos  ni a nosotros ni a nadie en riesgo.

Mañana continuaremos contado más cosas sobre el proceloso mundo del parking. Hasta entonces, si te ha interesado todo esto te animamos a seguirnos a través de nuestras páginas ARQUITECTOS DE LEON en Facebook o Twitter en donde seguiremos hablando de muchas más cosas, y si lo que quieres es consultarnos tu caso concreto te atenderemos encantados en

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CARLOS ANTA ARIAS Y ROSARIO GARCIA ARIAS. ARQUITECTOS